martes, 22 de febrero de 2011

Personajes Secundarios


La vida provoca encuentros inesperados. Algunos de ellos son sorprendentes. Unos pocos son permanentes y se convierten en "personajes secundarios" que se incrustan en un rincón interior. Uno de ellos es el Urogallo.

Hoy he escuchado en la radio que el Urogallo está en peligro de extinción y mi memoria se ha ido a los buenos momentos que pasé leyendo la saga Wallander de Henning Mankell. El padre del protagonista pintaba cuadros con un motivo constante, con un matiz, paisaje con o sin urogallo. Sin haber visto nunca esos cuadros, ya son imborrables de mi memoria.

lunes, 21 de febrero de 2011

Z


Ayer vi "Z" de Costa-Gavras. Es una de esas películas que denuncian los totalitarismos de las dictaduras. En el momento de su realización (1969), la mirada de esta crítica se dirigía hacía los regímenes de Sudamérica y hoy, pueden apuntar a los países norteafricanos.
Todo en esta película es imprescindible, pero me quedo con el último fotograma que adjunto más arriba. En ella, vemos un tanque con un listado sobreimpresionado de actividades prohibidas una vez que la junta militar hace añicos la democracia. Por supuesto, no faltan la erradicación de la minifalda y los pelos largos.
La más sorprendente, en mi modesta opinión, es la segunda (comenzando desde arriba):
PROHIBIDO LAS MATEMÁTICAS MODERNAS
Qué honor vivir en esta lista junto a Sófocles, Dostoieski, Euripídes o Esquilo.
Está en francés porque la película está rodada en ese idioma aunque con dinero argelino. ¿Curioso, no le parece presidente Buteflika?.
Aquí dejo el magnífico final en V.O.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Trascendencia



La búsqueda de cada vez más cifras decimales del número Pi es algo que se ha convertido en un juego para cada vez más gente. Pi es un número que está presente en casi todo lo que nos rodea, más aún, todo lo que nos gusta está en Pi, como el Quijote.
Aquí tenemos los 150 cifras de este número trascendete cantados por el profesor Danny Perich. Todo es cuestión de cogerle el ritmo.

martes, 1 de febrero de 2011

Nievecaedro


Así es cómo yo siento las matemáticas. Una mezcla de naturaleza, precisión y elegancia con un acabado imponente.

jueves, 13 de enero de 2011

Obsolescencia programada





Al final, resulta que somos un engranaje más de algo raro llamado "obsolescencia programada" que rige nuestro mercado de consumo. Con unos pocos minutos de este vídeo se entenderá al instante. La mayor parte de lo que nos rodea está diseñado y programado para fallar en un determinado momento. A partir de ese fallo, lo mejor es tirar el producto y comprar uno nuevo.

Está claro que eso es a lo que juega las grandes empresas de venta al público actual (Zara, Ikea,...). Puedes comprar un jersey Lacoste (a 60 € la pieza) y te durará 10 años o comprar 3 jerseys en Zara por el mismo precio, pero cada uno estará ajado antes de un trienio. Pero, ¿a quién no le gusta ir de compras y estrenar?

El mecanismo es sencillo y, por mucho que nos guste ir de outsiders, formamos y nos gusta formar parte de él. Lo terrible es que no es algo nuevo, tiene casi un siglo de vigencia y es ahora, ya sea por la conciencia ecológica o la crisis, que nos damos cuenta de nuestro papel titiritesco en esta comedia cotidiana que es el consumismo.

miércoles, 12 de enero de 2011

Lisztmania



Siempre se ha hablado de cosas como la Beatlemanía o demás fiebres humanas provocadas por el músico de turno. Pero no es un invento del S. XX. Hace dos siglos, o cuarenta lustros, ya apareció en la escena musical alguien que despertaba los instintos más básicos de las personas a base de notas musicales. Se trata del húngaro Ferenc (Franz para los occidentales) Liszt.
Este hombre provocó la Lisztmanía, también conocida como fiebre Liszt, término empleado para describir el frenesí de los seguidores dirigido hacia Franz Liszt durante sus actuaciones. Este frenesí tuvo lugar por primera vez en Berlín en 1841 y fue acuñado posteriormente por Heinrich Heine en un folletín el 25 de abril de 1844, discutiendo la temporada de conciertos de dicho año en París. La Lisztomanía se caracterizó por los niveles intensos de histeria demostrados por los seguidores.
Se dijo que la forma de interpretar del pianista elevaba el estado de ánimo de la audiencia a un nivel de éxtasis místico.Los admiradores de Liszt se arremolinaban en torno a él, luchando por sus pañuelos y guantes, y se ponían su retrato en broches y camafeos. Las mujeres trataban de obtener mechones de su pelo y cada vez que se rompía una cuerda del piano, sus admiradores trataban de cogerla para hacer una pulsera. Algunas admiradoras incluso llevaban frascos de vidrio en el que vertían sus posos de café.
Liszt fue un excéntrico y un donjuan, un virtuoso pianista que llenaba salas de conciertos y también un intelectual, un viajero incansable y, sobre todo, un músico que nunca dejó de componer. 123 conciertos para piano, 77 canciones, 25 conciertos para orquesta, 65 conciertos para coro sacro y 28 conciertos para coro secular, así como numerosos arreglos, conciertos para órgano y otras piezas conforman su obra musical.
La fama de Liszt recorrió toda Europa durante el siglo XIX por su extraordinaria y pasmosa habilidad como intérprete. Sus contemporáneos afirmaban que era el pianista técnicamente más avanzado de su época y quizás el pianista más grande de todos los tiempos.

Os dejo una obra de este autor dirigida por un director peculiar:

martes, 11 de enero de 2011

Lo encontré.


Gracias a mi amigo Miguel Ángel, ya sé dónde me deje una parte importante de mi anatomía.Ya me notaba algo impar por ahí abajo. Pinchad en el siguiente artículo y lo entenderéis.